La Senadora de la República, miembro de la Fundación Foro Nacional de Cáncer, Carolina Goic entrega su opinión en la columna del periódico La Tercera.
SEÑOR DIRECTOR
Cada año en Chile, 58.000 personas son diagnosticadas con cáncer y, de ellas, 28.000 fallecen según las estimaciones de la Fundación Foro Nacional del Cáncer. Se trata de una enfermedad compleja que cambia por completo la vida de una familia y que supone elevados gastos médicos.
Durante el estallido social, una de las demandas que emergió de manera espontánea fue un sistema de salud digno para los enfermos, pero en especial para las personas con cáncer. Símbolo de aquello fue un joven delgado, calvo y sin cejas, que se transformó en inspiración para quienes deben enfrentar un cáncer y sus familias.
Hoy sabemos que Rodrigo Rojas Vade nunca tuvo cáncer, que todo fue un engaño. Nunca sintió el miedo cuando se oye el diagnóstico; nunca sintió los malestares después de una quimioterapia; nunca tuvo que conseguir como fuera un medicamento para seguir con vida. Todo fue una puesta en escena para alentar una lucha que jamás fue suya.
Con esa historia inventada como burla y bandera, Rojas Vade logró ser electo como miembro de la Convención Constituyente, desde donde debe emanar la hoja de ruta que guiará los destinos de nuestra República por los próximos cincuenta años.
Estoy convencida que nuestro país necesita trazar una nueva carta fundamental que se transforme en la casa común de todos y todas, pero creo firmemente que nadie que haya dañado la fe pública de la manera profunda en que lo ha hecho Rodrigo Rojas Vade, deba ser parte de ese proceso.
Su permanencia, junto con ser un insulto a quienes padecen la enfermedad y quienes empatizaron con su historia, deslegitima por completo un proceso que debe ser ejemplar e inspirador en medio de tantas decepciones.
Al otro extremo, en la vereda de la virtud, recuerdo al doctor Claudio Mora poniéndose al frente de la marcha que hicimos por nuestra Ley Nacional del Cáncer el 2018 mientras padecía los dolores de su propio cáncer, o a las chicas de la Corporación Valientes que ya no están con nosotros y que también se la jugaron. Por la memoria de tantas personas y por el futuro de quienes hoy padecen un cáncer seguiremos trabajando más unidos que nunca.
¡Hasta que la ética se haga costumbre!
Carolina Goic
Senadora de la República, miembro de la Fundación Foro Nacional del Cáncer
